
Ya no se qué más hacer, te lo comenté,te lo dije, te lo grité, te lo escribí...y mis palabras, gritos y letras chocaban contra tu frente rebotando hacia mi boca y mis manos.
Tu frialdad se me ha contagiado, ha llegado a helarme, mi amor hacia tí está en grado de hipotermia, la sangre que bombea en mi corazón se ha escarchado y mis labios, ardientes, están muertos, morados.
Me voy, tambaleándome, hacia un refugio cálido,donde no recuerde el frío del pasado y donde espero unos brazos ardientes que consigan reanimarme.
Así se hace Mónica, que se quede ahí él pasando frío y tú a unos brazos calentitos, que ya está bien de esperar! (Ay! mira quien habla, snif , snif)
ResponderEliminarbesos
Ten cuidado donde te refugias...
ResponderEliminargracias por el consejo Tom!! habrá que arriesgar, no crees??
ResponderEliminarbesos