
En su cabeza aún le atormentaban aquellas palabras, tardó un rato en reaccionar y pulsar el botón.
En un principio pensó en que sería algún conocido, algún gracioso gastándole una macabra broma, hizo un breve recorrido por todas las voces de familiares amigos, conocidos... intentando reconocerla pero no pudo, se dió cuenta que era imposible, que sabía cosas que no sabía sino él, cosas que intentó y creyó borradas de su pasado.
Sintió una leve sacudida,el ascensor había llegado a la última planta,caminó de forma mecánica aún en trance hacia la calle, ya sabía cual era el camino que debía seguir.
El temor a ser vulnerable y no saber a que o quien te enfrentas perfectamente plasmado en tu post, una vez más con mucha fuerza en su texto.
ResponderEliminarun saludo
Muchas Gracias por tus amables palabras..te sigo esperando por aquí!!!
ResponderEliminarun beso grande!
creo que lo importante, es que se dio cuenta del camino que tenia que seguir. Aunque dudó, apreto el boton.
ResponderEliminarM egusto
Ya sabía que al tomar ese camino no había vuelta atrás, que al tomar ese camino terminaría en sus brazos, que al tomar ese camino volvería a creer en sus mentiras...
ResponderEliminarun saludo
Piantada: muchas gracias por la visista y tu comentario, vuelve!!!!
ResponderEliminarYo: ya veremos a donde le lleva el camino..jajajaj!! besitos!
cada día mejoras más...directa y con ese halo de misterio
ResponderEliminarQue incertidumbre...uffff!
ResponderEliminarUfff esos momentos de encontrar el camino... y sentirte capaz de afrontar cualquier obstáculo. Soy un adicto a esa sensación.
ResponderEliminarA veces, cuando llegamos a la última planta vemos que podemos construir todas las que queremos y a nuestro antojo. Así es la vida para los valientes como tú niña guapa!
ResponderEliminarsbsbsbs bsbsbsbs
Odio los ascensores...
ResponderEliminarNo, si hay voces que es mejor no oir...
ResponderEliminarO si....
Interesante post...