martes, 13 de julio de 2010

Calada


El cigarrillo aún encendido y ella sobre la alfombra de color verde que se había empeñado en comprar, decía que hacía juego con el color de sus ojos.
Tumbada boca arriba con los ojos abiertos al infinito, no pestañeaba, era cierto, hacían juego..
Su tez morena ahora era pálida y sus carnosos labios del color de la mora.
Se la había encontrado así, nada más entrar, tuvo que dar un empujón a la puerta porque las piernas de la inerte estaban justo detrás, bloqueándole el paso.
No se asustó, no gritó ni lloró.
No podía apartar la vista del humo que rebotaba en su mano.
Se agachó, se lo quitó de entre los dedos.
Le dio la última calada, la que el cigarro permitía, y soltando suavemente el humo por la boca, dijo, lo sabía María, esta mierda terminaría matándote.

7 comentarios:

  1. Quizá disfrutara del placer de su última calada...

    Besos.

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  2. Es un vicio que no comparto jejejej a lo mejor murio de otra cosa :P

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  3. A veces nos dejamos llevar más de la cuenta por el placer aunque sepa que al final va a hacernos daño o incluso a llevarse nuestra vida, pero mientras dura...ay, el placer. Y hay tantos...

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  4. Uno nunca sabe donde y cuando sera la ultima calada.

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  5. Mejor no fumar, aunque como siempre digo, de algo hay que morirse.

    besos

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  6. O igual muere de otra clase de placer...vete a saber!
    Buen fin de semana!

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