miércoles, 8 de septiembre de 2010

Insignificante


Esperaba más de él, pero mucho más, había llegado un momento en que las palabras "te quiero" habían perdido su valor.
Se lo decía muy a menudo, pero ella había dejado de creerlo.
Ahora, sentada en "SU" sillón, hace memoria y recuerda la sensación que tuvo cuando casi se lo dice, hace ya dos años, hubiera sido la primera vez.
Y cuando él tuvo el valor suficiente, y al fin lo hizo.
Ahora es pura rutina, ahora dice, tengo hambre con más sentimiento que te quiero.
Ella necesita que esas palabras adquieran de nuevo el significado que perdieron, necesita pensar que es cierto todo lo que él le dice, pero sus actos contradicen cada una de las letras que la forman.
Lo que ella necesita, él, nunca ha sido capaz de dárselo.

2 comentarios:

  1. A veces es así, no se comprenden las necesidades del otro y se hace daño, aunque sea involuntariamente...
    Un besillo

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  2. Por eso es bueno no decirlo, cuando lo haces que sea por un buen motivo.

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