jueves, 8 de abril de 2010

Barrotes


Era muy temprano cuando abrió los ojos, miro a su alrededor no reconocía aquel lugar, y se incorporó sobresaltado preguntándose dónde estaba,tardó unos minutos en asimilarlo, una celda de 4 metros cuadrados con la letrina a la derecha de la litera, encima de él sólo se oían unos ronquidos.
Se sentó al borde de la cama, se llevó las manos a la cabeza y resopló, intentó no desmoronarse pero fue imposible, rompió a llorar como una niña, con tanto desespero que despertó a su compañero.
-ánimo amigo, todos pasamos por lo mismo el primer día, vas a tardar un tiempo en acostumbrarte.
Sin levantar la cabeza,tapando su cara con ambas manos, volvió a tumbarse.
- yo no soy tu amigo y yo no debería estar aquí.
- cómo todos....

6 comentarios:

  1. qué bueno....sí señor. podría ser el comienzo de una buena historia....

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  2. Y que ahí encerrado,si se puede saber?

    besitos

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  3. huele a capitulo...

    gracias por tu coment monica ;)

    salu2

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  4. Has descrito perfectamente como me siento cada vez que llego a la oficina.
    Oye,que describir los sentimientos es bien difícil!y tú lo has hecho genial!

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  5. y me encantería verlo en el caso de algunos políticos
    ;)buen finde bella

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  6. Es cierto, es igual que el despacho...

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