martes, 20 de abril de 2010

Dedicado


No puedo ofrecerte una sola flor
de todo el tesoro de la primavera,
ni una sola luz de estas nubes de oro.
Pero abre tus puertas y mira; y coge,
entre la flor de tu jardín,
el recuerdo oloroso de las flores
que hace cien años murieron.

¡Y ojalá puedas sentir en la alegría de tu corazón
la alegría viva que esta mañana de abril te mando,
a través de cien años, cantando dichosa!

4 comentarios:

  1. Imposible no sentirla..! Lo llena todo..!

    Bss,

    Malena

    (Y, gracias por tus pals en mi espacio..
    Abrazo Inmenso!)

    ResponderEliminar
  2. Coño que bonito! Muy bueno eh!

    ResponderEliminar